Nuestros alumnos fueron acogidos por El Sr. Pepe, en su taberna, El Pimpi, como si estuvieran en su propia casa. De hecho, la taberna El Pimpi no es solo del Sr. Pepe, es de todos los malagueños. Se ha convertido en una parte más de nuestros símbolos, monumentos y puntos de encuentro.
Tuvimos la posibilidad de salir junto a nuestros alumnos para hacer un intercambio:
Ellos nos ofrecieron su amabilidad, su cultura, su museo de tradición y costumbres. Y nosotros le ofrecimos una pequeña muestra del trabajo de nuestros alumnos, un sombrero gigante de verdiales que estará expuesto desde ese día en la taberna y donde las personas que pasen por ella podrán conocer un poco de nosotros.
El Sr Pepe, también tuvo el precioso gesto de agasajarnos tanto a los alumnos como profesores con un aperitivo, además de dedicarnos unas hermosas palabras destacando su admiración por la labor docente de todos aquellos que nos dedicamos a la enseñanza, demostrándonos con ello la calidad humana que el Sr Pepe atesora. Fue un placer para todos conocer tan bella persona y de la que recibimos, como respuesta a nuestro pequeño regalo decorativo para su establecimiento, el mejor de los presentes: su simpatía y su cariño.
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